El flamante 2009 se viene con todo. So, pisar una caca de perro, olvidar las llaves adentro del auto, perder la billetera, que te griten goooordaaa en la calle y ese tipo de tragedias cotidianas, serán pequeñeces que te causarán gracia. En el momento mismo de la normal explosión pensarás en cómo el universo conspira para que estemos vivos y para que el mx beat sea real y sonreirás agradecido, respirando profundamente.
Que comience la fiesta, que nos llenemos de colores y que el ritmo no pare, no pare, no. De pura alegría, aquí un videíto chevere de nuestros queridos maricotas de fischerspoonerst, que me recuerda que no hay hilos negros, nomás hay que mover los que hay con gracia.
Que estemos vueltos locos con la música de negros no es gratuito. Los africanos hicieron pacto con los dioses vía sus tambores de piel humana. Una prueba de ello es UPROOT el último de DJ RUPTURE, un viaje vanguardista de dubstep, hiphop y dancehall que va del corazón de la jungla a la pinchadora y de ahí ahí al trasero reggaetonero de todas tus hermanas.
Si te ha consumido el wegue-wegue-wegue, si has movido tanto el bote que hasta sueñas samba y si ya no te acuerdas de cómo suena una guitarra, necesitas un break del flow, del dub, del fuckin funk y demás cosa de negros.
Out tha ghetto, back in town, en una noche de luna, de abajo de la cama, salió un diablito loco tocando la guitarra. Y luego fue a meterse a la cabeza de tres monos de San francisco llamados DEATH SENTENCE: PANDA. Y les prendió fuego. Que alguien me explique qué rayos es esa cosa tan elevada que es metal y no, es jazz y no, es rock y no y es punk y no. Su disco del año pasado, INSECTS AWAKEN, tiene más galleta que la señora Marinela y es tan rudo que haría mearse al mismísimo Conan el bárbaro, de quien, dicho sea de paso, se avecina película nueva.
Para finalizar esta recapitulación de joyitas del año pasado, no me puedo quedar con las ganas de colgar algo de MICROCASTLE, lo último de DEERHUNTER, primera banda del genio creador de Atlas sound. ¡Qué belleza, dios mío!
Enough. Love my chicken!
Que comience la fiesta, que nos llenemos de colores y que el ritmo no pare, no pare, no. De pura alegría, aquí un videíto chevere de nuestros queridos maricotas de fischerspoonerst, que me recuerda que no hay hilos negros, nomás hay que mover los que hay con gracia.
Que estemos vueltos locos con la música de negros no es gratuito. Los africanos hicieron pacto con los dioses vía sus tambores de piel humana. Una prueba de ello es UPROOT el último de DJ RUPTURE, un viaje vanguardista de dubstep, hiphop y dancehall que va del corazón de la jungla a la pinchadora y de ahí ahí al trasero reggaetonero de todas tus hermanas.
Si te ha consumido el wegue-wegue-wegue, si has movido tanto el bote que hasta sueñas samba y si ya no te acuerdas de cómo suena una guitarra, necesitas un break del flow, del dub, del fuckin funk y demás cosa de negros.
Out tha ghetto, back in town, en una noche de luna, de abajo de la cama, salió un diablito loco tocando la guitarra. Y luego fue a meterse a la cabeza de tres monos de San francisco llamados DEATH SENTENCE: PANDA. Y les prendió fuego. Que alguien me explique qué rayos es esa cosa tan elevada que es metal y no, es jazz y no, es rock y no y es punk y no. Su disco del año pasado, INSECTS AWAKEN, tiene más galleta que la señora Marinela y es tan rudo que haría mearse al mismísimo Conan el bárbaro, de quien, dicho sea de paso, se avecina película nueva.
Para finalizar esta recapitulación de joyitas del año pasado, no me puedo quedar con las ganas de colgar algo de MICROCASTLE, lo último de DEERHUNTER, primera banda del genio creador de Atlas sound. ¡Qué belleza, dios mío!
Enough. Love my chicken!
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